Thursday, May 31, 2007

Xek
No empañar los triunfos
Martiniano Alcocer Álvarez
(Publicado en Diario de Yucatán, 29-05-2007)
Habemus gobernadora. “No se hagan bolas” —diría el innombrable—: Yucatán ya eligió a quien lo gobernará en los próximos cinco años. Y eligió libre y democráticamente a la señora Ivonne Ortega Pacheco con una diferencia de votos suficiente para despejar cualquier suspicacia: más de 62 mil, ocho puntos por encima de Xavier Abreu Sierra.
De lo que el ciudadano quiso en los comicios del 20 de mayo no hay, por lo tanto, ninguna duda: decidió pintar de tricolor la geografía yucateca: lo demuestran 14 diputados y 59 ayuntamientos hasta ahora y salvo impugnaciones.
Hablar de concertacesiones, de compras de última hora para cambiar el destino del voto, de frustrada “elección de Estado”, de hermanos incómodos y otras zarandajas es subestimar la madurez política de un electorado que ha embarnecido en luchas cívicas que duran decenios.
A tirios y troyanos les viene mejor pensar que los yucatecos hicieron uso de su libertad de elegir y se decantaron por una opción distinta de la que gobernaba. Los números nos lo dicen. Es hora, entonces, de comenzar a construir sobre lo que se ha hecho bien, aprovechar los evidentes logros del gobierno que termina —sobre todo en educación e infraestructura— y no gastar energías en venganzas y revanchas.
La Academia. Con más entusiasmo que medios y con el esfuerzo de sus integrantes, encabezados por Gonzalo Navarrete Muñoz, la Academia Yucatanense de la Lengua ha iniciado sus labores y se ha apuntado algunos modestos pero muy significativos éxitos.
Uno de ellos fue su primera tertulia, celebrada el miércoles 16 de mayo y que, no obstante la multitudinaria asamblea panista de cierre de campaña en la Plaza Grande, reunió a 100 personas en el aula magna San Francisco Javier (antiguo local del Congreso) para escuchar al maestro Miguel Güémez Pineda y al propio Navarrete Muñoz disertar amenamente sobre el español que se habla en Yucatán. Durante cerca de dos horas mantuvieron atentos a los asistentes que al final pidieron más reuniones de ese tipo.
Hoy por la noche, en Trece TV, se hará el primero del que se espera sea una larga serie de programas con el mismo tema, con teléfono abierto al público y consultas por medio del correo electrónico academiayuc@gmail.com. Se le ha llamado Xek de letras y durará una hora, de 9 a 10 de la noche, todos los martes hasta que el público aguante.
Gran campeón. El club de fútbol Pachuca coronó la noche del domingo una campaña mágica que le ha llevado a obtener el título de campeón de la Copa Suramericana y de la Concacaf y a alcanzar su quinto título en torneos cortos en el fútbol mexicano, logros éstos que hasta hoy sólo el club hidalguense puede presumir en México y quizá en el Continente. Pachuca tiene un sitio bien ganado entre los grandes del balompié nacional. Sin discusión.
Ante sus méritos deportivos llama la atención la humildad y sencillez con que los toman sus dirigentes. Desde su presidente Jesús Martínez y su director técnico Enrique Meza hasta su jugador más humilde, todos coinciden en destacar la armonía, la buena relación, el cuidado en el trato a las personas (más de 2,000) que forman la ejemplar organización. “En este equipo todos son importantes, desde el utilero y el que poda el césped hasta el presidente”, afirmó Martínez.
Y no obstante que pudieran, no se dan baños de grandeza. El llamado Ojitos, por ejemplo, en medio de la euforia tras el empate con el América que les coronó, dio todo el mérito a sus jugadores y se acordó de dar gracias a Dios. “Si no le pregunté (a Dios) por qué cuando me iba mal, hoy tampoco lo voy a preguntar por qué cuando me va bien. Todo está en sus manos”, dijo el estratega tuzo. Nosotros desde esta columna nos sumamos con entusiasmo a las celebraciones.
Punto de sal. Paul Newman, el recientemente retirado actor y director del cine norteamericano, sólo quería, según sus propias palabras, “hacer algo decente con mi vida”.— Mérida, Yucatán.
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Tuesday, May 22, 2007

Xek
Yucatán ganó de nuevo
MartinianoAlcocer Álvarez
(Publicado en el Diario de Yucatán, el 22 de mayo de 2007)
Los números. Me voy a permitir disentir del estimable compañero de página Gonzalo Navarrete Muñoz: los números no son “ilusión de certidumbre”, sino sustento de certidumbre. Sobre los números está construida la civilización moderna, incluida la maravilla de maravillas que es el internet.
Y los números, aquí y ahora, nos dicen que la ganadora de la elección del domingo es la priista Ivonne Ortega Pacheco, una candidata construida milimétricamente, por algún genial mercadólogo, en un laboratorio cuya mirada está puesta en las aún lejanas elecciones presidenciales de 2012, desde la nada que es una alcaldía en un pequeño pueblo yucateco.
Ivonne Ortega —salvo una hecatombe— será la segunda gobernadora yucateca. Ante esto no queda más que acatar respetuosamente la voluntad de un pueblo que sigue dando ejemplo de civismo al haber acudido a las urnas en un porcentaje cercano al 70% —69.8%, según el PREP—. A la ganadora y a su partido, que al cerrarse el PREP —a las 11:56 del lunes 21— iba adelante en 10 distritos electorales y en 45 de 106 municipios, incluidas las principales ciudades, menos Mérida, Motul y Ticul, en manos del PAN, habrá que pedirle humildad en la victoria que en sentido estricto no es suya sino de los ciudadanos.
El gran derrotado, Xavier Abreu Sierra, del PAN, ya ha dado muestras de generosidad en la derrota al admitir que perdió la elección y reconocer la victoria de su oponente priista. Esto abona su talante democrático.
Yucatán puede respirar tranquilo. Hemos cumplido de nuevo nuestra tarea ciudadana. Ahora sólo queda esperar que las promesas de campaña se cumplan y el Estado se encamine, con un gobierno eficaz y una oposición dialogante y receptiva a lo que sea bueno para la sociedad, hacia estadios de progreso nunca jamás alcanzados. Amén.
Olas en las casillas. A quien esto escribe le tocó votar en la casilla 263, instalada en el centro social Elvia Carrillo Puerto de Las Aguilas. La casilla básica abrió con 40 minutos de atraso, las dos contiguas con media hora. Las tres filas desde antes de las 8 de la mañana ya eran numerosas.
Ahí la “ola roja” —pura mujer— superaba dos a uno a la “azul” y, además, se miraba a sus integrantes bien coordinadas y preparadas para ejercer su labor, caso contrario de los panistas, que inclusive, en determinado momento, mientras las priistas vigilaban la instalación y firmaban las boletas, salieron del edificio a reunirse con alguien de su partido y dejaron solas a aquéllas. La “ola roja” es un indicio seguro de una tarea bien planeada y ejecutada a la perfección.
Fanatistmo. Alguien podría pensar que es motivo de risa o una mera anécdota sin importancia, pero revela el grado de exageración fanática a que pueden llegar las burocracias religiosas: en Egipto, dos profesores de un centro teológico del Islam dictaron una fetua —un mandamiento— mediante el cual prohíben el trabajo solos de un hombre y una mujer, a no ser que ésta lo haya amamantado “al menos cinco veces”. Eso sólo revela un grado de fanatismo extremo y peligroso.
Nos recuerda también que este mundo vive una gran desigualdad en todos los ámbitos, incluido el de las religiones, pues mientras en algunos lugares se lapida todavía a una mujer que se atreve a desafiar las normas absurdas que le impedían casarse con alguien que no era de su religión —como ocurrió en Iraq—, en otros conviven en santa paz distintas religiones y sus miembros rezan juntos y adoran al mismo Dios sin mayor problema.
Punto de sal. Viejo refrán dice: “La victoria tiene muchos padres, la derrota es huérfana”.— Mérida, Yucatán.
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Tuesday, May 15, 2007

Xek
Debate sobre la pobreza
Martiniano Alcocer Álvarez
Los números. Los que todo discuten y dudan de todo —profesionales de la duda— cuestionan hasta los números que, según reza antiguo adagio, “no mienten”. Hoy que —en el fragor de las contiendas electorales— medio mundo discute y pelea con la otra mitad, vale la pena echar una mirada a lo que dicen los números respecto del avance de Yucatán en el combate a la pobreza, uno de los indicadores —junto con la promoción de la salud— que considera determinantes el Banco Mundial.
El Comité Técnico Evaluador de la Pobreza, un organismo ciudadano técnico que mide la pobreza en México, conformado por investigadores sociales de la UNAM, el Colmex, el ITAM, entre otros, informa —con datos de 2006— que Yucatán pasa de un 7o. lugar de pobreza alimentaria (la más severa de todas, que considera que no se tiene lo necesario para alimentarse) a un 14o. lugar en sólo cinco años, y que es uno de los estados con mayor avance.
El Comité también informa que en pobreza en general pasaría de un cuarto a un 9o. lugar nacional. En el año 2000 reporta un 34.6% de la población en situación de pobreza alimentaria en Yucatán, mientras que el promedio nacional se ubicaba en 24.2%. Yucatán estaba muy por encima del promedio nacional, en la posición siete de la tabla nacional. Para el año 2005 se ubica a Yucatán en la posición 14 con un 18.5% de su población en pobreza alimentaria, en el mismo porcentaje que el promedio nacional.
Yucatán, según el Consejo Nacional de Población —con datos de 2006—, tenía 11 municipios entre los 500 más marginados de México en el año 2000; para el año 2005 solamente había ocho en esa situación. Chaksinkín y Chikinzonot avanzaron 184 y 186 posiciones, y Teabo, 400 lugares.
En los municipios de muy alta marginación el 93% de las familias vivían con menos de dos salarios mínimos en el año 2000; para el año 2005 se alcanzó el 81%. Las viviendas sin electricidad pasaron del 17% al 12% en los municipios de muy alta marginación.
En un marco de crisis recurrentes, escasez de medios para promover el desarrollo —sobre todo en el campo: en Yucatán la agricultura milpera cayó de 42.2% a 21.2%, según una encuesta del Ciesas en 2004—, estos logros no son desdeñables, aunque los pongan en duda aquellos a quienes Ricardo Medina llama “pobretólogos”, si bien no es hora aún de festejar estos magros avances.
“Cultura de la pobreza”. Ignacio Medina y Ángel Lorenzo Florido, investigadores de la Universidad de Guadalajara, autores del estudio “Inclusión y pobreza, lo que dicen los pobres en Guadalajara”, opinan que la “cultura de la pobreza mexicana” posee contenidos de resignación, fatalismo y vergüenza que, afirman, ayudan al pobre a llevar su falta de futuro y fundamentan su propensión a vivir el día.
“La vergüenza y sensación de ser pobre siempre será ocultada. Los pobres gastan de manera ostentosa para ocultar la vergüenza de su pobreza. Se endeudan para pagar las fiestas del pueblo y cumpleaños, pródigas bodas y funerales”, aseguraron. ¿Donde hemos visto algo parecido?
Panfleto. Dice el DRAE de Panfleto: Libelo difamatorio. Opúsculo de carácter agresivo. Y eso es lo que es, ni más ni menos, un muy bien impreso folleto que el pasado domingo en la mañana apareció a las puertas de la casa de quien esto escribe y en el cual se cuestionan los orígenes del dinero que está gastando la candidata del PRI al gobierno del Estado, Ivonne Ortega Pacheco, y se denuncia una conjura del crimen organizado para ponerla en el Ejecutivo; también se recuerdan polémicos sucesos en los cuales estuvo involucrado el candidato priista a la alcaldía, Adolfo Peniche Pérez.
Las denuncias son graves y serias. Lástima que quien las hace se escuda en el anonimato porque el libelo —así hay que llamarlo— carece de responsable, de pie de imprenta y de cualquier otro indicio que pueda permitir conocer la identidad de los denunciantes.
Punto de sal. Leído en algún lado: “La libertad no hace feliz al hombre, solamente lo hace responsable”.— Mérida, Yucatán.
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Friday, May 11, 2007

Esta noche Catón desmitifica a la Historia
El Imperio y Juárez, bajo análisis en la Universidad Marista
(Publicado en la sección Imagen del Diario de Yucatán el viernes 11 de mayo de 2007)
El periodista se la encontró sentada en una de las bancas del Paseo de Montejo, observando, entre divertida y curiosa, una de las vacas que escultores japoneses exponen en el bulevar más importante de Mérida, obra —el paseo, no la vaca— del linaje de doña Lorenza Guadalupe Concepción Inmaculada de María de las Heras (“con H por favor”) Pérez de Valdelomar y Arrigunaga Peón —que así se llama la dama— y, como siempre, se acercó a saludarla.
Doña Lola —como le dicen quienes son de su “entorno” cercano— le dijo al reportero: “Supe que mañana viene a Mérida este señor que se hace llamar Catón para hablar de lo que él titula 'La otra historia de México' y que va a contar las andanzas y sucedidos del México que enfrentó a conservadores y liberales, o sea a la gente decente contra los masones ateos capitaneados por Juárez”.
—Así es doña Lupita —repuso el periodista, que sabía que ese apodo le “cae mal” a la señora De las Heras y un poco para “jorobarla” se lo dijo—, pero este señor no se hace llamar Catón nomás porque sí. Es un periodista con más de 60 años en el oficio, que escribe en decenas de periódicos de México —hace por lo menos cuatro décadas es colaborador editorial del Diario— y su libro “Juárez y Maximiliano, la roca y el ensueño” es uno de los más vendidos en el país, con sucesivas reimpresiones y con largas colas en los sitios donde se presenta de personas que quieren su autógrafo en el libro —algo así, doña Loló (otro apodo que le disgustaba), como un fenómeno mediático, con todo y que se trata de un libro—. Y según nos informan ya están ansiosos en la Universidad Marista de que llegue la hora de oír al autor.
—Pues tú puedes decir hasta misa y de tres padres si quieres —replicó la dama—, pero me aseguran que este señor es un liberal disfrazado y que a veces hasta defiende a los de izquierda en sus artículos pretendidamente moralizantes. Adviértele que yo voy a estar allá de incógnita entre el público y a seguir muy de cerca lo que hable. Y no voy a permitir que cambie las cosas de la historia. Has de saber que en mi casa tengo obras, legado de mis ancestros, donde se narra la verdadera historia —no la que han escrito los masones que estuvieron en el poder tantos años— de lo acontecido en esa época aciaga para la única y verdadera religión de los mexicanos, y guardo como uno de los recuerdos más preciados el abanico perfumado que le sirvió a mi bisabuela en la reunión para saludar a la emperatiz Carlota cuando visitó Yucatán.
—Respetable señora —interrumpió el reportero— yo he leído un poco del libro de don Armando Fuentes Aguirre —seudónimo que, como dice Tony el cartonista, le es muy útil al señor Catón a la hora de cobrar sus honorarios—, y creo que aborda con una muy sana objetividad los sucesos que a usted aún hoy día le molestan. No deje usted de ir a la conferencia —de paso ayuda a una noble causa— para que oiga usted a Catón —una mezcla genética a veces explosiva de liberales y conservadores— hacer la desmitificación de esos episodios de la vida que todavía a usted le causan escozor y, aquí entre nos, a veces hasta da la impresión de que ustedes los conservadores gozan de sus simpatías.
La noble dama enarcó las cejas, miró de soslayo al periodista, se dio dos o tres refrescadas con el abanico de sándalo que llevaba colgado del cuello con fina cadena de oro, y afirmó: “Será el sereno, pero yo por las dudas voy a estar muy pendiente”.
El periodista le dijo, tratando de convencerla de que Catón no es de ningún modo un tepché (hereje, en maya) iconoclasta, que, en reciente intercambio epistolar, el disertante de esta noche le aseguró que espera “con ansia la ocasión de llegar a Mérida y compartir con mis cuatro lectores la 'Historia de una historia', la que escribí sobre aquel sueño que concluyó en tragedia: el Imperio de Maximiliano”.
Y todavía más, le declaró: “No me sorprende que haya en Mérida quienes conserven la memoria de aquella visita extraordinaria (comenzada el 22 de noviembre de 1865, en Sisal, y concluida en 5 de diciembre, en Mérida), y que algunos se sientan 'ennoblecidos' por descender de quienes formaron el cortejo local de la emperatiz en aquella célebre ocasión” y que “es bueno hacer recuerdos de esas noblezas idas”, aunque aclaró que todo ello “a condición de que no pretendamos darles una vigencia que desde luego no tienen, pues entonces la nostalgia se vuelve cursilería risible”.
Esto último no pareció muy del agrado de doña Lorenza, quien hizo un leve mohín de disgusto —así lo describiría un novelista antiguo— y se alejó de la vaca japonesa rumbo a su casa, en el señorial Paseo de Montejo. Cerca ya de la entrada, advirtió de nuevo: “Por angas o por mangas, ahí estaré”.
El reportero le alcanzó casi a gritar: “Es a las 8 de la noche, en la Universidad Marista, en el Periférico, cerca de la carretera a Progreso”.— Martiniano Alcocer Álvarez

Tuesday, May 08, 2007

Xek
Poco elegante marcha atrás
Martiniano Alcocer Álvarez
(Publicado en el Diario de Yucatán el martes 8 de mayo)
El aborto y la Iglesia. Con motivo de la discusión en torno a la ley que hace más laxas las condiciones en que puede realizarse un aborto en la capital, dignatarios de la Iglesia lanzaron tonantes condenas y advertencias que incluían la excomunión a quienes cometieran el que es, sin duda, el asesinato de una persona inocente temporalmente alojada en el mejor sitio donde puede estar antes de nacer: el vientre materno.
Convertida ya en ley esa decisión de perredistas y priistas en la Asamblea Legislativa y ante los desplantes de algunas autoridades, entre ellas el jefe del gobierno, Marcelo Ebrard, los altos jerarcas eclesiásticos de la capital como que comenzaron a corcovear y a buscar salidas y subterfugios para no perder la amistad del gobierno y así negaron que los legisladores y quienes abanicaron su ley pro abortista estuvieran excomulgados.
Y no es que nos importe demasiado —como tampoco seguramente les ha quitado el sueño a los legisladores— si los excomulgan o no. Lo que nos llama la atención es que los dignatarios católicos relativicen una norma que es de aplicación estricta y sin atenuantes y ahora digan que quien hace la ley no está excomulgado, pero quien la aplica sí. Lo menos que podemos decir es que es incongruente e ilógico. Luego preguntan por qué tanta gente se aleja de la Iglesia.
El idioma y los periodistas. Hace unos días, en San Millán de la Cogolla, meca y faro del idioma español hoy día, se reunieron especialistas en el idioma, entre ellos periodistas, para hablar del español en los medios de difusión. Ahí estuvo nuestro cuasi paisano Carlos Loret de Mola, conductor de Primero Noticias de Televisa.
Carlos, nieto del ex gobernador yucateco Carlos Loret de Mola Mediz —un maestro en el manejo del idioma—, habló en su intervención en el foro de la responsabilidad de los “comunicadores” en la preservación de la lengua.
Lástima que el gusto ante su preocupación nos durara poco. Ayer lunes, en su programa, Loret de Mola y una de sus co-conductoras pontificaron en torno a la palabra spa y su origen y modo de decirse, basados, según dijeron, en el Fundéu, que es un organismo que analiza el uso de las palabras en los medios.
Entre otras cosas, señalaron, citando (mal) al Fundéu, que el término proviene de las siglas de las expresiones latinas “salus per aquam” o “sanitas per aquam”, lo cual el organismo advierte que es falso y explica: “El término inglés spa significa ''balneario'' y procede de la ciudad belga de ese nombre (Spa), conocida por sus baños desde la época romana... Ante la necesidad de emplear un término diferenciado y para evitar el anglicismo crudo de spa”, la Fundéu propone que, siempre que sea posible, se traduzca por “balneario”, “baños”, “termas” o “caldas”, y cuando no sirva ninguna de esas palabras, adoptar el término inglés castellanizado como “espá” (plural “espás”). Su género es masculino: “el espá”, “los espás”.
Buen punto. Quien haya sido el autor de la iniciativa se apuntó un acierto: una mañana llegaron a la casa sendas cartas dirigidas a mis hijas y a uno de mis yernos y suscritas por la candidata del PRI Ivonne Ortega Pacheco, quien ofrece sus proyectos para los jóvenes de menos de 30 años y para las mujeres: “El 50.7% de los yucatecos somos mujeres”, les dice a mis hijas. A mi yerno hasta le recuerda que el 20 de mayo es su cumpleaños. A los tres les asegura que “gracias al apoyo ciudadano estamos arriba en las encuestas”. Cartas personales, con detalles como el del cumpleaños, caen bien.
Punto de sal. Esta columna se pone a la altura de la modernidad y cambia del maya colonial a la moderna grafía: de Xec pasa desde hoy a Xek .— Mérida, Yucatán.
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