Sunday, September 30, 2007

Xek
El que se va y la que viene
Martiniano Alcocer Álvarez
(Publicado en el Diario de Yucatán el 31/07/2007)
El hígado no. “Juzga con el cerebro frío y el corazón caliente”, reza una frase. Y no quiere decir otra cosa que pensar lo que se dice y decirlo con ánimo de hacer el bien y con la intención de buscar la mejoría personal y social, no desahogar frustraciones o cobrar revanchas.
Hoy estamos ante el relevo en el gobierno del Estado. Patricio Patrón Laviada traspondrá por última vez como gobernante las puertas de la que fue su oficina seis años. Hoy que entra en la historia de Yucatán, las encuestas, esas armas de la mercadotecnia, hoy de moda en la política, le dan una calificación apenas aceptable. Sus amigos seguramente le dirán que no les haga mucho caso. Sus enemigos se regocijarán restregándole en la cara unos números que tienen sus muchos asegunes. El, solo ante su conciencia, hará también la evaluación de su paso por el poder. La Maestra de la Vida se encargará de ponerlo en el sitio que le corresponde.
Quien esto escribe, hoy que Patrón Laviada se aleja del poder, quiere decirle que —visto desde los ojos de un ciudadano común y sin información privilegiada como parecen tener algunos “analistas” que examinan las cosas con el hígado o las miden según sus intereses— el balance es positivo para Yucatán que alcanzó un despegue sin precedentes en infraestructura y modernización de servicios, entre otros muchos logros.
Esperanzas. Mañana estrenamos gobernadora, la primera mujer que llega al mayor cargo político en Yucatán mediante elección. Ivonne Ortega Pacheco asume la jefatura del Ejecutivo avalada con el voto de los yucatecos. Dígase lo que se diga desde el resentimiento de los derrotados, su legitimidad democrática no está en duda.
Por ello, el compromiso es mayor. Está allá por voluntad de los yucatecos. Porque depositaron en ella sus esperanzas de mejoría económica y social. Hoy ya no hay campaña, no hay partidos ni partidismos, no hay spots que valgan y hay que dejar atrás las veleidades de la mercadotecnia y las vanidades de salir en la tele o en la foto. Sólo queda el aval del trabajo esforzado y eficaz. Hoy existe el compromiso enorme de estar a la altura de los anhelos de sus mandantes, de quienes la pusieron donde está.
Hacemos votos por que al concluir su mandato —en lo que dura un suspiro estará en la misma tesitura de su predecesor, entrando en la historia—, pueda mirar a la cara a los miles de ciudadanos que le dieron su voto y decirles: misión cumplida señores. Que dentro de cinco años, ella entregue un Yucatán infinitamente mejor que el que recibe.
Y que nos demuestre a todos —a los que creemos aun hoy que la democracia es la mejor forma de gobierno y a los escépticos— que los políticos pueden hacer la tarea y no son privilegiados que al llegar al anhelado cargo se olvidan quién se los otorgó. Ivonne es depositaria de las esperanzas de una sociedad. Con toda el alma le deseamos lo mejor para Yucatán.
Fontanarrosa. Esta columna no podía quedar callada ante la muerte de Roberto Fontanarrosa, humorista argentino, “canalla” hasta la muerte (literalmente y por ser hincha del Rosario Central) y autor de geniales personajes de caricatura, uno de ellos —el que le dio fama universal— Boggie el Aceitoso, del cual disfrutamos muchos años en la revista Proceso, la de los primeros años de una pléyade de periodistas de pro que encabezó Julio Scherer.
Él mismo nos habla en su autobiografía —consultar la página http://www.negrofontanarrosa.com— de todo cuanto fue y quiso ser. Nosotros queremos recordarlo este día como el autor del personaje cínico y corrosivo que se hablaba de tú con los mafiosos —incluidas la CIA y la Casa Blanca— que nos acompañaba todos los sábados en la última página de aquel semanario del que apenas quedan vestigios, hoy convertido en amarillenta caja de frustraciones y escandalosos reportajes. Gracias Negro por el humor negro de Boggie.
Punto de sal. Quien quiera saber cómo se usa el adjetivo ninguno, acuda a los diccionarios de dudas de la Academia y de don Manuel Seco.— Mérida, Yucatán.
malcocer@dy.sureste.com
http://martinianoalcocer.blogspot.com

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home