Thursday, January 18, 2007

Xec
Sueños guajiros: o lo que es lo mismo, delirios de opio de legisladores irresponsables. Y quizá a algunos les parezca dura la expresión, pero es que no hay otra mejor para calificar lo que han hecho los sedicentes representantes populares para alcanzar un presupuesto de dos billones 260 mil 412.5 millones de pesos –solo de decir la cifra se marea uno--, monto que tuvo un incremento de 26 mil 37 millones de pesos en comparación con la propuesta enviada por el gobierno federal.
Para que quede bien claro: diputados y senadores hicieron lo mismo que la joven lechera de la fábula: soñar en gastar un dinero aún no ganado. Para estirar las cifras y lograr su cometido—un hito, según ellos, en el performance de un poder Legislativo pobre en resultados—se pusieron de acuerdo para sacar 20,000 millones de pesos de donde no hay: el Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros, un fideicomiso creado para impedir recortes en el Presupuesto en caso de bajas bruscas de los precios del crudo en el mercado internacional.
Algo así como el talkú que llamamos los yucatecos al guardadito. Lo malo es que el guardadito aun no esta hecho y es muy difícil que se haga por lo menos de aquí a fin de año. Esto da una idea de la gran irresponsabilidad de los legisladores y, seguramente, por allá de junio o julio se estarán poniendo de acuerdo para hacer recortes. Ya lo verá usted. Actuaron para taparle el ojo al macho y poder irse tranquilamente a celebrar las fiestas de fin de año.
Mas del petróleo: y no es que uno quiera asustar a nadie, pero lea usted esto publicado en La Jornada:
Rafael Decelis, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y miembro del Comité de Energéticos de la Canacintra, advierte que desde hace 27 años, las reservas de petróleo han registrado una "dramática caída" y que en el sexenio foxista se desaprovecharon los 500 mil millones de pesos de superávit que tuvo Pemex por las ventas extraordinarias de petróleo, cuando esos recursos pudieron servir para fabricar productos derivados del petróleo que generarían más empleos e impuestos para el país.
También que Pemex --la gran palanca de desarrollo-- sólo se utiliza como instrumento recaudatorio que además no resuelve nada ya que la deuda total ­ interna y externa se incrementó 42 por ciento entre el año 2000 al tercer trimestre de 2006
Decelis advierte asimismo que de 1982 a la fecha, aunque la población nacional ha pasado de 72 millones a 105 millones, la “capacidad de refinación” de Pemex está cancelada, al grado de que la importación de derivados –gasolinas, naftas, etc.— subió 315% y de no construirse más refinerías en México “dentro de cuatro años” el valor de las importaciones de refinados superará al de la exportación de crudos. O sea: lo que vendamos no va a dar para comprar la gasolina que necesitamos.
Pero eso les vale menos que un cacahuate a los legisladores, cuyos objetivos ni por asomo pasan por invertir más en Pemex –no solo eso, le recortaron su presupuesto de operación—para mantenerla con buenos niveles de rentabilidad y menos en la búsqueda de energías alternativas como el biogás y el etanol.

Punto de sal: pero mejor la deseamos al sufrido pueblo mexicano la mayor felicidad posible, a pesar de diputados y senadores.—Mérida, Yucatán.
malcocer@dy.sureste.com
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