Xec
Advertencia a tiempo

Martiniano Alcocer Álvarez
2006/08/15
El xec es una mezcla de frutas muy común en Yucatán (generalmente naranja dulce o china, jícama y mandarina, aderezadas con jugo de naranja agria, chile molido y cilantro). Un coctel o cóctel, para que me entiendan hasta en España. Hoy iniciamos un xec que esperamos disfruten los lectores.
Buen servicio: el miércoles 9 pasado llegó a nuestra casa (mía y de ustedes) Emilio Baas Canto. Venía a verificar si recibió pronta atención una llamada a Ayuntatel ( 9-24-40-00 ) para reportar que no había pasado el camión de la basura y que ya los canes se preparaban para el festín. “¿Y van a todos lados?”, preguntó un ingenuo. “Si, así atendemos todos los reportes en la Subdirección de Ecología y Residuos Sólidos”, respondió Emilio. “De aquí voy a Cholul, luego a Juan Pablo y sigo hasta los Vergeles”. Nos dejó un papel con este teléfono: 9-42-00-25 extensiones 81056 y 81465 . Se los paso al costo. Bien por Emilio y por sus jefes.
El agua: el doctor Gerardo Gold Bouchot, científico de reconocimiento en su rama, nos advierte (Diario, 11-agosto-06) de los graves daños que causan al manto acuífero y al mar de Yucatán los desechos que se vierten desde las granjas porcícolas y avícolas. Ya sabemos que el agua es una de las grandes riquezas del Estado y que está gravemente amenazada, como también nos advirtió el doctor Jorge Herrera Silveira en entrevista con el programa El Columnista Radio, en 92.9 FM, de Efrén Maldonado (9-agosto-2006). Mejor los tomamos en serio a ambos y que quienes ganan buena lana con sus granjas hagan algo para no “socializar los costos” y “privatizar” las ganancias.
Básquetbol: las vacaciones nos permitieron asistir a varios juegos de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional, en la cual militan nuestros Mayas de Yucatán. Es un buen espectáculo deportivo y nuestro quinteto ha mejorado con la llegada del couch Lionel Garret en vez del argentino Eduardo Opezzo. Hay buen básquetbol en Yucatán para disfrute de quienes amamos el deporte ráfaga. Invitamos a los aficionados a retratarse con más frecuencia en la taquilla. Es un negocio, y el negocio, en nuestras economías de mercado, vive del dinero. Si queremos que siga, hay que comprar boleto y no estar queriendo ser campeones a la primera (aunque sería fantástico). Ojalá el señor Garret nos siga dando triunfos, pero que meta en cintura al “Lil Majic” que tantos escalofríos produce en las gradas y que no sea tan personalista. Nos va a matar de un infarto si no suelta más el balón.
Punto de sal: que alguien le diga al anunciador del Polifuncional que los accesos son de entrada, no de salida.
Y es todo por hoy.— Mérida, Yucatán.
malcocer@dy.sureste.com